|daño = 100-150 (proyectil)<br>50-100 (daño de área)
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Revisión del 23:17 13 feb 2017
La plaga de sangre (bloodscourge)es la cuarta y última arma utilizada por Daedolon, el mago en Hexen. Como en el caso de Quietus y la Vara fantasmal, para usarla es necesario reunir sus tres fragmentos. Se puede obtener por primera vez en El Seminario del Heresiarca.
Es un bastón de madera curvado con una calavera ornamental en la punta en la cual se encuentra incrustada un gran orbe roja, la cual parece contener una especie de líquido o esencia mágica en movimiento. Al usarla, la plaga de sangre dispara un trío de esferas rojas con una especie de "cuchillas rotatorias", las cuales tienen la capacidad de perseguir a los enemigos. Las eferas no explotan al contacto, sino que penetran a los monstruos; después, si hay más enemigos detrás, perseguirán a estos; si no, darán media vuelta y volverán a impactar con los primeros.
La capacidad de persecución de las esferas no es perfecta y es muy probable que se estrellen contra paredes u otros obstáculos; así que, nuevamente, es mejor tener a los enemigos alineados uno detrás de otro para sacar más provecho a los disparos. De cualquier modo, la explosión de las esferas provoca mucho daño y puede ocasionar daño colateral.
Notas
Los proyectiles se pueden reflejar y hay que tener mucho cuidado con ello, ya que pueden matar al jugador instantaneamente. Esto hay que tomarlo en cuenta principalmente al pelar contra el Heresiarca, cuando tiene activado su escudo, o contra otro jugador usando discos de repulsión. Si el mago es víctima del reflejo de su plaga de sangre, debe utilizar un disco de repulsión inmediatamente (o en su defecto, un ícono del defensor) y buscar cubierta, por si el contrincante vuelve a reflejar los proyectiles.Archivo:PlagaSangre-2.jpg
Utilizar la plaga de sangre bajo los efectos del ícono del defensor contra el Heresiarca puede provocar una situación bastante curiosa.
Se puede dar una situación muy divertida de ver al usar el mago un Icono del defensor y disparar la plaga de sangre contra el Heresiarca con su escudo reflector puesto. En este caso, las esferas rebotarán de un personaje a otro hasta que uno de los dos escudos se disipe o choquen con algún obstáculo. Esta situación es referida como "bloodscourge pong".
Como en el caso de la Varita de zafiro y los Fragmentos de escarcha, la plaga se sangre es más eficiente al ser usada en situaciones extremistas. Es decir, en pasillos estrechos con enemigos alineados o en lugares abiertos con mucho espacio para maniobrabilidad de los proyectiles.
Contra enemigos muy resistentes, como Korax y el Heresiarca, los proyectiles de la plaga de sangre no los penetrarán, sino que explotarán al contacto. Esto resulta muy útil, ya que la explosión de las tres esferas al mismo tiempo en un solo blanco ocasionará un daño demoledor.
