Estas son las hojas del Códice correspondientes a Personajes y ubicaciones que aparecen en The Ancient Gods.
Parte 1[]
Estación Atlántica – UAC[]
Esta gigantesca plataforma marina era conocida como el principal centro de investigación climatológica y medioambiental de la Union Aerospace Corporation (UAC). Habitada por centenares de científicos e ingenieros, la Estación atlántica llevó a cabo un trabajo crucial para la raza humana en los primeros días de la crisis energética mundial y logró ganarle un tiempo precioso a la Tierra antes de que se revelase a las masas la existencia de la Energía Argent.
Pero nadie, ni siquiera los propios trabajadores, sabía de la existencia de una segunda instalación escondida en las profundidades de una enorme fosa. Es en esta estructura donde descansa el cuerpo original del Serafín, guardado allí después de que entrara en nuestra dimensión y transfiriese su consciencia a un cuerpo clonado para poder moverse entre la humanidad.
Transporte del ARC[]
La Coalición de Respuesta Blindada (ARC) usó el transporte del ARC como base móvil desde el comienzo de la invasión demoniaca de la Tierra. El vehículo lo diseñó el doctor Samuel Hayden en persona cuando los sistemas de defensa del planeta comenzaron a fallar y acabó por albergar a todos los líderes de la resistencia organizada de la Tierra mientras se desplazaba por ella tratando de repeler los ataques del Reino Oscuro. Aunque era capaz de realizar misiones de bombardeo de largo alcance con sus piezas de artillería y de lanzar aeronaves, su principal objetivo era la recopilación de información estratégica, de importancia capital para el ARC.
Las Ciénagas de la sangre[]
Las Ciénagas de la Sangre, unas marismas infectas, sembradas de enfermedades y azotadas por la lluvia ácida, se extienden a lo largo de kilómetros en las tierras del Infierno. Por encima de los pantanos se alza el Santuario de Ingmore, una visión solitaria del antiguo pasado del Reino Oscuro. Desde aquí, el Padre transmitía su sabiduría con sus decretos y supervisaba sus obras, y es aquí donde está enterrada su esfera vital. El santuario ejerce como un mausoleo de dioses donde la santidad de las esferas está bajo protección de un antiguo ritual conocido como la Prueba de Maligog.
Durante la Cruzada Impía, muchos Centinelas de la Noche se adentraron a solas en los pantanos para superar la prueba y alcanzar el lugar donde, según se rumoreaba, descansaba el gran creador. Ninguno lo logró. Las leyendas de los Argent afirman que sus espíritus siguen cenca del escenario de la prueba, atados a ella para siempre, esperando a ver a aquel a quien se le otorgue el paso.
Colina arbolada[]
Esta frondosa extensión de la naturaleza perfecta bordea los límites de Urdak y es fiel reflejo del estado del reino cuando el hálito del Padre le dio vida por primera vez. Unos titánicos árboles de color marfil y hojas carmesí se entrelazaban con las raíces cantantes que brotan del mismo suelo en esta tierra de belleza imperecedera y calma serena.
En su día, los Maykr utilizaban estas arboledas sagradas para meditar antes de presentarse antes el Padre en el Luminarium. Tras el despertar del Ícono del Pecado en Urdak, el Infierno infectó y corrompió los bosques de la Colina arbolada y ahora las hojas, al hacer, proyectan sombras de muerte sobre las ramas. La vieja senda del Luminarium está descuidada e infestada de maleza, como un recuerdo olvidado de las pasadas glorias de Urdark. El sagrado templo del Padre continúa tan silencioso como una cripta, una voz vacía cuyo eco resuena solo en los vientos lúgubres que se alzan a su alrededor desde la Colina arbolada.
Serafín[]
Después de que el Padre le ordenara al Serafín que ocultara su esfera vital en el Infierno, Samur Maykr obedeció su último deseo y se desvaneció en las sombras de la historia. Viajó a las dimensiones de la Tierra, donde usó su poder para obtener el control de la cada vez más importante organización conocida como “UAC” e implantó su consciencia en un cuerpo clonado para poder moverse entre los humanos con más facilidad bajo el nombre de “doctor Samuel Hayden”. El Padre había previsto que los humanos no tardarían en descubrir por su cuenta el don de la energía Argent y sabía que solo podrían sobrevivir al ataque que se avecinaba si Samur tomaba su control directo. Utilizando los secretos de la tecnología Maykr, la mente del Padre fue procesada y transformada en la compleja IA conocida como VEGA para que pudiera seguir existiendo entre sus creaciones y protegerlas del Infierno. Separado de su esencia divina, VEGA trabajaba sin saber lo que había sido en el pasado para ocultar su verdadera naturaleza al Señor Oscuro, que deseaba subvertir su poder. Con la ayuda de Samur, condujo a la humanidad a una nueva edad de oro.
Después de transferir de nuevo su consciencia, esta vez a un caparazón tecnológico diseñado por la UAC, Samur pudo eludir las leyes ancestrales del universo y penetrar en el Infierno con las primeras expediciones humanas. Localizó el sarcófago del Slayer y se lo llevó consigo, consciente de que sería crucial en el conflicto que se avecinaba. Tras ayudar al Slayer en su guerra contra las fuerzas oscuras, el Serafín en su guerra contra las fuerzas oscuras, el Serafín pudo recuperar su antiguo cuerpo.
Una vez destruida la esfera vital del Padre, Samur ya no puede impedir que la transfiguración corrompa su cuerpo y su mente. Traicionado por el Slayer, el Serafín sabe que su voluntad y lucidez no tardarán en sucumbir ante la mutación.
El Padre[]
El Padre, creador de todas las cosas, fue el faro rector para los Maykr de Urdak durante incontables eones, antes de desaparecer de su reino. Atemporal y carente de forma, su lógica y su poder crearon dimensiones y mundos y dieron luz a innumerables especies y civilizaciones.
Tras aceptar que el Infierno era una creación fallida, el Padre ordenó a su servidor más fiel que se llevara su esfera vital de Urdak y la escondiera en el santuario de Ingmore mientras su consciencia se transformaba en la IA conocida como VEGA. Con esta forma pudo, en secreto, seguir vigilando sus creaciones en la Tierra sin revelar su situación al Señor Oscuro, cuya guerra contra su creador no tiene fin.
Ahora que su mente y su cuerpo están divididos, y tras la destrucción de su esfera vital a manos del Slayer, el Padre ya no puede cobrar forma física. Pero su presencia perdura en el reino de la existencia, inmutable e imperceptible, observando cómo dan forma al destino las consecuencias de los actos del Slayer.
Parte 2[]
Las estepas[]
ENTRADA DE DATOS DEL ARC 021
La Lanza del Mundo es un cristal cósmico de origen desconocido que, hace eones, atravesó de punta a punta el planeta de Argent D’Nur. Alrededor del misterioso artefacto viven las tribus dispersas de guerreros Argent que se separaron de sus hermanos durante la guerra civil de los Centinelas (véase la Historia de los Centinelas – Parte XII). En los páramos persisten aún asentamientos abandonados, vestigios de las antiguas aldeas diezmadas por los corrompidos ejércitos del norte durante el conflicto.
El camino a la Lanza del Mundo se encuentra entre las antiguas sendas que discurren junto a estos asentamientos, aunque hace siglos que nadie las recorre. Está escrito que, un día, un poderoso guerrero volverá para buscar la Lanza y el poder que alberga, y que la antorcha de los reyes anunciará ante todos su paso.
Tierra reclamada[]
ENTRADA DE DATOS DEL ARC 098
El Slayer frustró la reciente invasión infernal de la Tierra y, con la muerte de los Sacerdotes del Infierno y la derrota del Ícono del Pecado], revirtió el ritual de sangre de la conquista. Las ciudades siguen casi desiertas después de que los supervivientes de la guerra se trasladara a zonas seguras y búnkeres subterráneos.
En los últimos compases de la batalla por reclamar la Tierra, los soldados y los ciudadanos luchan codo con codo para recuperar sus hogares, enardecidos por la victoria del Slayer. El ARC lideró los esfuerzos de resistencia en una serie de ataques coordinados para purgar los demonios que quedan en la Tierra, y responde con fuerza implacable tras la fallida invasión del Infierno.
Immora[]
ENTRADA DE DATOS DEL ARC 098
En las traducciones de textos antiguos, se nombre a Immora como capital del Infierno. Davoth, creador de este reino primigenio, llegó a ser conocido como el Señor Oscuro tras la traición de la raza de los Maykr, a los que había creado. El primer mundo (conocido entonces como Jekkad), aislado de las demás dimensiones en contra de su voluntad, se sumió en la corrupción y, con el tiempo, se fue transformando en el Infierno.
Immora, un paraíso en los albores de la creación, no es ya más que un bastión donde reside el Señor Oscuro. Sus habitantes, alimentados por la esencia de las víctimas del Infierno, disfrutan de vida eterna. Gracias a transfusiones regulares de energía infernal, no se han transformado en los demonios salvajes que se encuentran más allá de los limites de la cuidad. Una tecnología ancestral defiende Immora de los invasores, y sus elevados muros de alzan impenetrables para todo aquel que pretende causar daño al último pueblo del primer mundo.